Pasaron las elecciones andaluzas y el panorama ha cambiado a más o menos lo mismo. Y es que como alguien dijo: "las estadísticas son estadísticas y la realidad es la realidad". Y la realidad, con el miedo a tantos despidos y aún más precaridad por delante, ha provocado que muchos no votaran lo que realmente querían sino lo que entendían que era mejor de cara a no perder sus puestos de trabajo. De ahí que el PP haya ganado en votos pero quedándose con la miel en los labios. Como más duele.
IU ha sido el gran beneficiado. El pescador que ha sabido pescar en río revuelto haciendole crecer hasta tener la llave para gobernar. Mientras tanto el PSOE baja, pero la verdad que no tanto como lo esperado. Y ahí sigue con salud a pesar de todo. A pesar del escándalo de los EREs, del dinero público invertido en coca, de los "enchufes" y de tantos otros asuntos ocultos enmarañados en una buena pila de años.
Ahora, en estos días, llegarán los acuerdos. PSOE e IU se darán la mano para caminar unidos de cara a comandar la nave de Andalucía. Ignoro qué panorama nos ofrecerá esto. Si el gobierno central tratará con igual rasero a comunidades gobernadas por sus contrarios o lo hará con equidad. En fin. Que de momento todo sigue del mismo modo... o casi.
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