domingo, 10 de marzo de 2013

Mil gracias a Librería Casiopea








Resulta obvio pensar que cuando a alguien le gusta un libro suele recomendarlo a sus amigos y conocidos. Sin embargo, llegar al corazón de un librero que luego lo haga a sus clientes es un auténtico triunfo, y más cuando uno tiene que lidiar contra tanta publicidad y obras de incierta calidad apoyadas a base de "pasta" y promociones de otro planeta.
El hecho de no insultar en televisión, de no haber estafado mil millones, de no haberme bajado los pantalones en un canal mediático en "prime-time" o de no disponer de una tribuna nacional desde la que lanzar a diestro y siniestro un millón de sandeces o improperios contra el primero que se me ocurra y bajo el escudo de una legión de abogados, me dejan claramente en una situación de desventaja.
No obstante, si en la paupérrima tesitura en la que me encuentro (comparado con lo anterior) uno logra alcanzar el corazón de un librero y observa cómo poco a poco sus clientes van adquiriendo tu obra, eso sirve para llenarte de orgullo y plena satisfacción (cómo diría nuestro rey y cazador de elefantes).
Dicho esto, no me queda otra que ofrecer mi más sincero agradecimiento a la Librería Casiopea, en la localidad de El Puerto de Santa María, en la que me consta que están aconsejando mis novelas a sus clientes con buenísimos resultados. Gracias Sofía. Gracias Eva. Vaya desde aquí un fuerte abrazo a las dos.  

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