Confieso que no he seguido a pies juntillas las elecciones gallegas o vascas, pero si de algo me alegro y celebro casi con botella de cava incluida es que, (y advierto que sólo me inclino por aquellos que entiendo que lo hacen bien) por fin haya prevalecido el sentido común y que Touriño haya sido derrotado y expulsado de su "trono" tras comprobarse sus “malas artes” a la hora de gobernar y sus muchas artimañas para estafar a un pueblo que hace cuatro años confió plenamente en él.
Cambio pues y giro al PP, a Alberto Núñez Feijoo, como no podía ser de otra forma. Ahora sólo resta que el nuevo presidente, a sabiendas de lo que ha hundido a su antecesor no caiga en la misma trampa y gobierne de la forma en que los gallegos realmente se merecen. Con alguien limpio y honesto, que es lo mínimo que uno exige en el momento de depositar la papeleta en la urna.
Por otra parte, no entiendo como el mismo presidente del gobierno, por más de su partido que sea, se juegue el tipo y su (poco o mucho) prestigio para acudir a Galicia a defender a este sujeto a capa y espada cuando todo el mundo sabe realmente cómo se las gastaba.
Ahora solo espero que no se vaya planeando mil triquiñuelas para hundir más a su tierra o adquiriendo otro nuevo vehículo más costoso que el del mismo presidente de los Estados Unidos, para ir más seguro por la vida. Adiós señor Touriño. Bienvenido señor Feijoo. Mucha suerte y mis mejores deseos en su nueva andadura.
Y como a alguien oí decir con los políticos de nuestro país…”Virgencita mía, dale fuerzas para que este al menos no la cague…”
Cambio pues y giro al PP, a Alberto Núñez Feijoo, como no podía ser de otra forma. Ahora sólo resta que el nuevo presidente, a sabiendas de lo que ha hundido a su antecesor no caiga en la misma trampa y gobierne de la forma en que los gallegos realmente se merecen. Con alguien limpio y honesto, que es lo mínimo que uno exige en el momento de depositar la papeleta en la urna.
Por otra parte, no entiendo como el mismo presidente del gobierno, por más de su partido que sea, se juegue el tipo y su (poco o mucho) prestigio para acudir a Galicia a defender a este sujeto a capa y espada cuando todo el mundo sabe realmente cómo se las gastaba.
Ahora solo espero que no se vaya planeando mil triquiñuelas para hundir más a su tierra o adquiriendo otro nuevo vehículo más costoso que el del mismo presidente de los Estados Unidos, para ir más seguro por la vida. Adiós señor Touriño. Bienvenido señor Feijoo. Mucha suerte y mis mejores deseos en su nueva andadura.
Y como a alguien oí decir con los políticos de nuestro país…”Virgencita mía, dale fuerzas para que este al menos no la cague…”
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