jueves, 7 de mayo de 2009

DOS DIAS PARA LA FIRMA DE MÁLAGA




A falta de dos días, no puedo evitar contar las horas para mi vista a Málaga y su feria del libro, una de las que aseguran, suele ser de las mejores y más ambientadas del país. Atrás quedan ya las primeras firmas en Cádiz con "Al-Sanam" en 2006 o con Los Diablos del Mar, a poco de salir el año pasado, pocas horas después de que casi necesitara cirugía en la muñeca el genial Antonio Gala, que se dice pronto.



Este domingo pues será en la caseta de FNAC donde, de nuevo, se produzca una nueva toma de contacto con el público y los lectores que son, y no me cansaré de decirlo, el motor principal que alimenta mi pasión por seguir escribiendo y ofrecer nuevas historias. Serán dos horas y media de coche para ir y otras tantas para volver en el mismo día. Quizás un poco paliza pero considero que nada es demasiado si se trata de sentir de nuevo esas mariposas en el estómago cuando vives un nuevo estímulo literario que suele quedarse grabado a fuego en la retina. Y más aún si me acompaña alguien como la valenciana Marta Querolt, una de las finalistas del Premio Planeta 2007, a la que tengo muchísimas ganas de conocer y con la que me encantaría compartir inquietudes y anecdotas literarias.



A todo esto, y aunque no quiero adelantar nada, dos próximos eventos más (uno de ellos de verdadera traca, como diría mi buen amigo Enrique García Luque) me tienen ya tan de los nervios como el crío al que le cuesta apoyar la cabeza en la almohada en la mágica noche del cinco de enero. Dejo la cosa en el aire y no sigo para, como es norma en mis novelas, sembrar algo de intriga que obligue al lector a pasar página. Pero como dijo alguién: "pasito a pasito" y ahora toca Málaga.



El único lunar de todo esto es que Enrique García no puede asistir por razones laborales. Y sabe él más que nadie que lo siento de veras pues no conozco a muchas personas a las que no les guste más un buen "sarao" literario de este calibre.



Dicho lo cual, y sirvan de muestra un par de toneladas de nervios por delante, a lo que deben sumar que no conozco el sitio, no llevo GPS e ignoro dónde puñetas aparcar en la capital de la Costa del Sol, os dejo con la firme promesa de contaros muy próximamente mis impresiones al respecto.



Un abrazo.

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