Por activa y por pasiva, en este país no existe justicia. Y una vez más ha quedado demostrado con la anulación de la sentencia del probado asesino de dos mujeres policías, Pedro Jiménez, por parte del Tribunal Supremo, que echa por tierra los 83 años de condena que se le había impuesto con anterioridad. La razón a este nuevo descalabro judicial es que, al parecer, Jiménez debió ser juzgado por un jurado popular y no por un juez.
Lo más grave de este asunto, es que si Pedro Jiménez no estuviera cumpliendo año y medio más de condena por otro acto de violación, ahora mismo estaría en la calle y tan tranquilo tras haber acabado con la vida de dos jóvenes españolas.
Por desgracia, vuelvo a repetirlo, en un estado en el que ni siquiera la más mínima justicia está asegurada y nadie apechuga con su responsabilidad, dificilmente funcionarán el resto de las cosas. Esto es vergonzoso, señores, de pena. Sigan ustedes cobrando lo que cobran y por favor, auméntense un poco más el sueldo porque se lo merecen.
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