martes, 3 de febrero de 2009

CUANDO LA JUSTICIA NO FUNCIONA...








Los jueces continúan con su afán de huelga. Solicitan más personal, más medios, más salario y menos trabajo. Ahí es nada. En definitiva, como bien cantaba Emilio Aragón en su genial etapa en “Ni en vivo ni en directo”, a ellos no se les podría aplicar en absoluto la máxima de “menos samba y mais trabayá”.

Sin embargo, lo que son las cosas, día tras día el cuerpo judicial nos ofrece muestras de su patente desigualdad y de que en este país la sapiencia y coherencia jurídica funciona al son que debería hacerlo en el mundo al revés que bien definió no hace mucho el genial Eduardo Galeano en su obra "Patas arriba".
Como nuevo botón que ilustra mis palabras, valga señalar que la Fiscalía, imagino que para escarmiento supremo al acusado (porque de lo contrario no hay mente que pueda explicárselo), ha solicitado año y medio de encarcelación para un mendigo que intentó robar una barra de pan en una panadería de Badalona. Sin palabras.

Más bien en las antípodas de esta noticia, el lunes pasado nos almorzábamos que el presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño se ha gastado nada más y nada menos que 4 millones de euros en reformar dos salas de reunión y una de prensa de la sede de su gobierno. Desglosando cifras, una mesa de 26.284 euros y 19 sillas por un valor global del 43.111 euros (les invito a que dividan por su cuenta). A esto, tendríamos que añadir 165.000 euros más en el mobiliario de las otras “habitaciones”.

En cualquier caso, esto no es lo único que parece haber aprobado Touriño que, en un alarde de opulencia, ha invertido también 2 millones de euros en redecorar su despacho y 480.000 más en la adquisición de su último coche oficial ¡¡¡¡Y es el cuarto en su poder!!! Sólo por comparar, el vehículo de Barack Obama, actual presidente de los Estados Unidos, ese precisamente que pudimos ver en el desfile oficial, heredado de George W. Bush, y que nos vendieron como el coche más seguro del mundo, ha costado "tan sólo" 330.000 euros, es decir, 150.000 euros menos que el de Touriño. Ahí es nada.

Y yo me pregunto, señores míos que imparten justicia, si se ha solicitado año y medio de cárcel para un indigente hambriento que al final, eso sí, terminó apropiándose indebidamente de media barra de pan, ¿cuántos siglos habrían de pedirse entonces para un tipejo que, de forma descarada y premeditada, ha malversado los fondos públicos ultrajando además la confianza de todo un pueblo que confió en él y al cual representa?

Que cada uno se responda buenamente con lo que quiera, mientras tanto, concluyo la reflexión de hoy con aquel sabio dicho popular que rezaba…

Hoy condena la audiencia
a un joven ladron
que no robó lo suficiente
para poder pagar su inocencia

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