domingo, 1 de febrero de 2009

ESTO HUELE A PRÓXIMO “SACAPERRAS”



Desde hace varios días, el estudio realizado por (mire usted por donde) Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) y Zurich Seguros, junto a la Universidad de Valencia, recorre todos y cada uno de los medios de comunicación. Dicho trabajo determina que el 96 por ciento de los conductores actuales no aprobarían el examen teórico de conducir. Sobre el papel y sopesándolo concienzudamente, llevado al extremo, este asunto podría ser muy grave, aunque en realidad no tanto como pretenden hacernos ver. Y es que teniendo en cuenta que se suspende con tres errores, que las preguntas de examen son formuladas por lo general con “mala baba” y que el Código de Circulación cambia casi cada día por mor de los muchos “donde dije digos digo Diegos” de nuestros gobernantes, no me resulta extraño este porcentaje de suspensos. Por cierto, ¿alguien ha examinado al propio director de la DGT? Seguro que él si aprueba. ¡Por los cojons! Como diría alguno del noroeste. Además, a todo esto, deberíamos tener en cuenta la mella que deja en nuestros cerebros el paso del tiempo y que, aunque es cierto esa máxima de que “la ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento”, seguir los cambios de ésta, además de la enorme cantidad de sanciones que conlleva esta materia, sea poco menos que una odisea que nos exigiría no menos que un par de horas de estudio al día.

Se sobreentiende que el Código de Circulación es una norma importante que todos los conductores deberían conocer, pero también habría de tenerse en cuenta que plantear ese mismo estudio con otras muchas materias iban a arrojar resultados similares o incluso peores. A saber, ¿cuántos españoles sabrían señalar sin equivocarse las provincias, ríos, sistemas montañosos, cabos y golfos de nuestro país como aprendimos en tercero de E.G.B? Prueben y, aunque no se lo crean, comprobarán que no ando muy descaminado si el porcentaje no roza el cien por cien. Y no les digo nada si además les solicitan que resuelvan una ecuación, derivada o integral…

Y es que es la repetición y no otro factor lo que nos hace aprender y, si algo no se repite en nuestro cerebro de la misma forma que los boquerones en vinagre de la tía Eulalia en el aparato digestivo, entra dentro de la lógica que se nos vaya olvidando. Así, es normal que en el sur, que nunca nieva (excepto en Sierra Nevada), sea bastante complicado que, al cabo de equis años de carné, los andaluces no sepan qué se debe hacer para conducir el coche con hielo.

Quisiera no sospechar entonces (aunque admito que me resulta complicado) que en este estudio no se oculte cierta mala leche y doble intención. Y es que uno no cesa de cuestionarse si la presente maniobra no responde a un premeditado ardid por parte de la Confederación Nacional de Autoescuelas para que se le de luz verde a un verdadero “sacaperras” que no sería otro que examinar cada cinco o diez años a los conductores a razón de bastantes euros por cabeza. Visto así, todos ganarían: los conductores sabríamos fijarnos mejor en comprender las preguntas trampa de los exámenes, las autoescuelas aumentarían el flujo de clientes y beneficios y la administración, por consiguiente, también pasaría a embolsarse un buen porcentaje.

Pero, ¿se plantearía maquinar lo mismo si el examen suspendido versara sobre conceptos generales del propio país, como el ejemplo sobre las materias que se han expuesto antes? ¿La administración pagaría a profesores que reciclaran culturalmente al personal y valoraran sus conceptos cada equis años? Me temo que no, porque como reza una máxima, cuanto más ignorante sea un pueblo más maleable se vuelve y, por tanto, en cuestión de seguridad vial, más sanciones cometerá y más pagará. Que eso si que es negocio.

¿Por cierto, sólo por probar, sabría usted colocar en el mapa la provincia de Palencia, Gerona, Guadalajara, el cabo de Machichaco, Cabo Peñas o el río Ulla, por ejemplo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario