domingo, 25 de enero de 2009

PODEMOS, PODEMOS, ¡PODEMOS!


Resulta obvio pensar que el futuro más próximo no pinta de color de rosa, más bien al contrario. Y es que a tenor de la última EPA (Encuesta de Población Activa) 827.000 familias con todos sus miembros desempleados y cerca de un 14 por ciento de tasa de paro son muchas familias y muchos parados para que uno se anime a lucir demasiadas sonrisas.

En este momento, sé que muchos nos sentimos tan impotentes como el pequeño ratón de laboratorio que, prisionero el laberinto y oliendo la cercanía del queso, no logra acercarse a su objetivo a causa de tanta y tanta pared que le cierra el paso. Sin embargo, en estos tiempos tan duros, sólo nos puede ayudar un detalle, y es pensar que, por más que siga la tónica negativa, ya estamos a punto de tocar fondo y, como el submarino del que intenta emerger cada día este periscopio, ya sólo nos resta marchar hacia arriba y comenzar a divisar la luz.

Sé que es complicado y muchos se reirán o me tomarán por necio, pero les aseguro que se puede conseguir. Entre todos sí.

Hace sólo dos o tres años, mientras circulábamos por las carreteras de nuestro país y advertíamos tantas construcciones y a precios tan desorbitados, la mayoría de nosotros comentábamos el hecho de que el mundo parecía haberse vuelto loco y que todo se inflaba como una enorme burbuja que tarde o temprano iba a estallar. Pues bien. La explosión ha llegado y nos ha alcanzado de lleno a todos. Por eso mismo, y a tenor de los datos de la misma EPA, el 98 por ciento de los desempleados en 2008 son vinculados a la construcción. Ahora, según los expertos, es tiempo para el reajuste. La hora en que los bancos, ayudados por el gobierno (que bien podría haber ayudado por cierto al pueblo en vez de a los ricos directamente) deben volver a dar su confianza, la hora en que los pisos construidos bajen sus precios para ir adquiriéndose poco a poco para que el engranaje de esta gran máquina, actualmente constipada, comience de nuevo a girar.

Sé que será difícil conseguirlo y que muchos sufriremos hasta lo que nunca sospechamos. Llegarán días muy grises y que creamos verlo todo tan difícil que no queramos continuar, pero es entonces, AHORA, cuando debemos UNIRNOS, sacar la casta y CONFIAR en que podemos salir adelante para que todo vuelva a normalizarse.

Permítanme que les recuerde algo. Hace pocos meses, la selección española de fútbol acudía al Campeonato de Europa con las estadísticas más desastrosas de toda su historia. Había sufrido lo indecible en su fase clasificatoria y, con el bagaje de sus últimas participaciones internacionales, nadie apostaba un solo euro porque ni tan siquiera superara los cuartos de final. De hecho, hasta el conjunto musical “Amaral”, en un alarde de escasa confianza en su canción “Tarde de domingo rara”, apuntan algo así como “dan el mundial en la tele del bar, España vuelve a casa”. Esos eran nuestros ánimos antes de que el balón echara a rodar hasta que CUATRO, la cadena televisiva encargada de televisar el torneo, inventó una fórmula. Pero no una fórmula mágica, sino todo lo contrario. Una fórmula sencilla que no consistía en más que cargar de optimismo una palabra para luego machacárnosla hasta la saciedad con el objetivo de hacernos creer que todo era posible. ¡Y vaya si lo lograron! La palabra, casualidad o no, tomada por el mismo Barack Obama a lo largo de su campaña con su “Yes, We Can”, es PODEMOS.

Sí, PODEMOS. Con esa palabra en que muchos creímos para darle nuestro apoyo al combinado nacional, y la inestimable ayuda de los muñequitos “woodoo”, que se comercializaron al mismo tiempo para apoyar con más aínco a los nuestros, la selección logró alzarse campeona de la Copa de Europa 44 años después con un juego brillante y sin perder un solo partido. ¿Magia? ¿Casualidad? No. Sólo confianza en que esta vez las cosas si podían salir bien porque contábamos, además, con el PODEMOS de millones de personas.

Pues es ahora, justo cuando lo vemos todo negro, el momento idóneo para volver a “usarla” y retomar ese espíritu de superación que nos unió durante unos días por alcanzar un sueño en común. Y no diga lo contrario, porque niños, mujeres, abuelos, todos, incluso gente que no le gustaba el fútbol el día de la final se plantó ante la televisión con la ilusión de festejar una victoria de España. Una victoria de los nuestros. Sí, PODEMOS. PODEMOS. Le animo a que la diga una y otra vez. Pruebe. Repítala ahora mismo. Con ganas. Que suene como debe ser. Pronúnciela al levantarse o al acostarse. Y no lo haga sin ganas. Cárguela de optimismo y contagie a sus vecinos y amigos. Vamos a lograr, de una vez por todas, que todos los que queremos y habitamos en este país, se inoculen de esta vacuna que nos permita contrarrestar el pesimismo, las malas noticias y el virus de esta maldita crisis.

PODEMOS CONSEGUIRLO, PODEMOS, PODEMOS. SÍ, PODEMOS.

Y vamos a hacerlo. Por eso, ya sea a CUATRO o cualquier otro inversor que encuentra en mis palabras su oportunidad (y espero que sepa premiarme de algún modo por la idea que voy a proponer) animo a que se comercialice de inmediato un nuevo muñeco “woodoo Anticrisis”, a ser posible de fabricación española y no China, (para unirnos así a la propuesta de nuestro señor ministro de Industria), y al que podamos pinchar a nuestro antojo cada vez que oigamos un nuevo ERE, un empeoramiento de tasas de desempleo, subidas de impuestos, etc.

Con esto, bien organizado, creo firmemente que incluso nuestros políticos se lo empezarán a pensar dos veces a la hora de idear medidas realmente válidas y realistas para superar la crisis; porque cerca de 40 millones de habitantes en España, estarán dispuestos a agujerear a diestro y siniestro el muñeco pensando en ellos o en la victoria de nuestras vidas al grito de PODEMOS.

Dicho esto, queda claro que el mensaje propuesto no es otro que lanzar un grito de esperanza ante tanto desastre y, como esa pequeña margarita que de pronto se abre paso entre el duro cemento, pediros encarecidamente que nos unamos más que nunca, que visualicemos la mejoría, que no decaigamos por más que lo intenten y que continuemos caminando hacia adelante con una sola voz: PODEMOS, SÍ, PODEMOS.

Como ya dijo no hace muchos días el propio Obama, “el camino no será fácil, pero nunca lo fue para nadie”. Todas las generaciones han conocido la guerra, la miseria, holocaustos, epidemias mortales, etc. Nosotros tenemos salud, vivimos por fortuna en un estado de paz, tenemos a los nuestros y sólo estamos pasándolo mal unos años o meses que, confío cesarán pronto (y espero que tomemos buena nota para no repetirlos). Y si se nos cierne el peligro de perder el trabajo, luchemos con todas nuestras fuerzas por mantenerlo o, si no, ya vendrá otro nuevo porque, a partir de hoy, vamos a visualizar todos juntos y creer en algo mejor.

Ha llegado el momento de cambiar. Sí, ahora. Justo cuando nos intentan machacar con malas noticias. Ahora es el instante en que nos toca ilusionarnos y confiar en que todo saldrá bien. Seamos positivos porque es la tabla a la que nos toca aferrarnos. Pidamos ayuda y no olvidemos jamás a quien nos la da. Ayudemos y seremos ayudados. Apoyemos y seremos apoyados. Colaboremos en un proyecto común y mejor, de ahora y para siempre porque, a buen seguro, como a la selección española a la que todos animamos, nos llegará la recompensa. Porque sí, porque PODEMOS, PODEMOS, SÍ, SÍ, SÍ, PODEMOS.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, Javi.

    Y para abundar en tu idea-propuesta. Lo han dicho desde hace siglos: "Toda acción va precedida por el pensamiento".

    Así que empecemos por pensar de otra manera si queremos hacer algo que en verdad nos haga salir del agujero.

    Por supuesto que PODEMOS.

    Ya lo dijo Ovidio: "Pueden porque creen que pueden" y Ford: "Tanto si crees que puedes, como si no, tienes razón".

    Y ayuda a formar la creencia "SE PUEDE":
    .el visualizar mas que observar: dejar de enfocar nuestra atención en todo lo que está mal, no funciona, no nos gusta, no sirve... y "ver" aquello que queremos que sea, que funcione, que nos gusta.

    . el hablar, afirmar, SI, PODEMOS, y de lo que queremos, nos gusta, deseamos, esperamos...

    . actuar en consecuencia y coherencia con lo anterior.

    Y confiar en la verdad del consejo del sabio: ¡ESTO TAMBIEN PASARA!.

    Ana

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  2. Gracias por tus palabras, Ana. ¿Qué decir a alguien que ha escrito un magnífico libro sobre esto? Un abrazo.

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